Recuerdo esperar impaciente a que llegase el Domingo, el día en que mi abuelo me llevaba al mercadillo. Toda una semana de nervios para tener en mi manos un nuevo billete a un mundo imaginario.
Tres "tebeos" por 125 ptas decía el cartel.
Todas las semanas mi abuelo me compraba tres nuevos comics de Spiderman, que leía, leía y releía, evadiéndome por completo de la realidad.
Recuerdo como mi hermano y Yo nos llevábamos la horas calcando y copiando esos dibujos tan increíbles. Como me llevaba hasta la noche sentado en el sillón, dibujando apoyado en un tablero de Parchís, hasta que me vencía el sueño.
Recuerdo a mi amigo Carlos - mi verdadero y único maestro de 10 años, que siempre iba a años luz de toda la pandilla - y a mi amigo Dani. Con ellos dos he podido pasar siglos dibujando. Ellos me contaminaron de imaginación.
A todos ellos les nombro aquí, porque una parte de cada uno está en todo lo que hago.
Por entero le dedico todo lo que hago a mi abuelo, que sin saberlo me dio la llave de un mundo nuevo.
2 comentarios:
Que sentimientos tan buenos y bonitos, ojala hubiera más personas como tú en este mundo.
Tu abuelo, los abuelos, esos seres tan queridos cuando somos niños y tan añorados cuando somos mayores.
Ojala todo los niños de mayores tengan esos sentimientos tan nobles hacia nuestros mayores.
Un beso para todos los abuelos, en especial para el tuyo que te dio la llave de un mundo nuevo y porque sin saberlo, fue el descubridor del artistas más maravilloso del mundo.
Eres el mejor.
María Galán.
Muchas gracias. Parece que tienen que faltarnos estas grandes personas para darnos cuenta de lo que teníamos...
Un beso muy grande
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